martes, 28 de julio de 2009

Vintage

No sé por qué, pero me atrae muchíisimo todo lo que sea antiguo, me parece que detras de partícula de materia que lo componga tiene que haber una historia increible. Sea lo que sea, desde un mueble a un recorte de periodico, pasando por un arma de la guerra o un barco enterrado en el mar, a saber lo que ha podido pasar en la vida de las personas a las que haya pertenecido ese objeto y lo que éste a su vez a tenido que recorrer para llegar a mi ojos (y si tengo suerte a mis manos)...

Cada vez que lo pienso se me ponen los pelos de punta, pensando que algún día, dentro de muchíisimo años, alguna de las millones de cosas que toco puede terminar en un museo o en manos de otra persona que quizá piense lo mismo que yo cuando toco o miro algo de hace muchos años atrás... Es algo fascinante.

Por eso, y trasladandolo a mi parte más frívola, me encanta ver fotos antiguas, recortes y publicidad de hace años. Las campañas de moda que ahora pertenecen a la memoria histórica me parecen lo más de lo más.

Vaya intro más metaforica que he hecho todo para colgar una noticia que me he encontrado por ahí...


El siglo XX fue testigo de la evolución de la moda, que comenzó como un negocio exclusivo de los salones parisinos dirigido a una elite adinerada y acabó convirtiéndose en una industria global que dio trabajo a millones de personas en sus tiendas, donde las nuevas tendencias se reemplazaban por otras antes de que la última modelo abandonara la pasarela. En su camino, el estilo característico de la silueta femenina de cada época evolucionaba más allá de lo imaginable: los miriñaques de la casa Worth dieron paso a los trajes de fiesta de cortes al bies de Vionnet, el nuevo look de Dior devino el look de Chelsea propio de la Quant, el traje blanco de Halston condujo a los vaqueros de talle bajo de Frankie B. En cuanto a la moda de caballero, los trajes prêt-à-porter marcaron la desaparición de la confección hecha a medida mucho tiempo antes del salto a la primera plana de las camisas hawaianas, las corbatas estrechísimas o los pantalones holgados.

20th Century Fashion ofrece una elegante visión retrospectiva de los últimos cien años a través de 400 anuncios de moda de la colección de Jim Heimann. Mediante una selección de imágenes publicitarias de todo un siglo, este libro documenta la inexorable trayectoria de la moda a medida que se establecía década tras década en la cultura de masas. Una introducción en profundidad, un estudio por capítulos y una cronología ilustrada detallan los fabricantes de moda y las tendencias, desde la alta costura al mercado popular, así como la manera en que los hechos históricos, las casas de diseño, los comerciantes, las películas, las revistas y las celebridades dieron forma al modo de vestir, entonces y ahora.











No hay comentarios: